Elecciones 2018
La actividad de esta semana fue una que había estado esperando por los últimos años: las elecciones federales.
Y
como ya había comentado en clase, esperaba que no me pasara como la
primera vez que voté para ese cargo, quedé de verdad desilusionado
cuando vi cómo Vázquez Mota simplemente cedía antes de tiempo. No digo que no debía aceptar la derrota, sino que se notó demasiado que nunca esperó ganar y sólo era un
mero contrapeso para Obrador, al menos es lo que percibí sin saber algo
de política, pero era mi única opción porque no quería que quedara una
persona tan aparentemente ignorante como Peña Nieto, ni el PRI que tenía tanto debajo de la alfombra, y menos alguien que tenía tan mala fama entre las personas de derecha, como Obrador.
En
fin que regresó el PRI, llegué al Distrito Federal, entré a una
universidad donde repudiaban a nuestro presidente, pero no decían
claramente por qué y se quejaban de que el gobierno violentaba la
autonomía –de la universidad– mientras cerraban las puertas del anexo y
de la facultad, me fui de ahí, llegué a la UAM y fui entendiendo poco a
poco cómo fueron
funcionando las cosas en México, desde un punto de vista
multidisciplinario y en un contexto histórico que pocas personas tienen
la fortuna (o el interés) de tomar.
Me di cuenta que Calderón no hizo bien en continuar con una estrategia violenta luego de ver
que no iba a funcionar, y que el presidente Peña debió cambiar eso, no
sé cómo, ni qué otras opciones tenían, ni mucho menos hubiera podido con
tanto, pero pienso que no era el camino adecuado para terminar con el
poder de los cárteles. Vi cómo de mi ciudad se iban familias enteras a otros estados porque alguien les faltaba o ya les
habían hecho mucho daño, vi también cómo las personas dejaban de salir
después de las 8 de la noche y cómo mi familia, a la fecha, prefiere
tener la casa con el color del cemento para “no llamar la atención” en
vez de tener un color decente de una fachada,
Llegó
el momento de votar por un cambio, pero ahora creo que se nos pasó la
mano. Esa desesperación que nos hizo sacar al partido hegemónico con una
patada democrática dio por fruto a lo que será
un nuevo partido hegemónico que a partir de diciembre tendrá todas las
armas para hacer lo que se le antoje con este país tan hermoso que ha
sido tan lastimado por las grandes potencias, los bad hombres y nosotros mismos.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad1, Ahora
toca cuidar que no se salga de control el partido ni quienes lo dirigen
y por amor a México, que MORENA no se vuelva el nuevo PRI.
(1.- No puedo creer que haya citado a un ex presidente de Estados Unidos [Roosevelt] y mucho menos en una frase que tomó un tipo que escribe cómics [Stan Lee] para el tío del omañaña.)
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